A lo largo del año 2025, el Museo Nacional de Bellas Artes desarrolló el proyecto Desde la Tierra, un taller teórico-práctico de escultura cerámica dirigido a la comunidad de adultos mayores, promovido por el Departamento de Servicios Educacionales. Tuvo como objetivo principal introducir a los participantes en el lenguaje tridimensional de la escultura a través del barro, guiándolos en un recorrido integral que abarcó desde el estudio histórico y antropológico de colecciones museales hasta la creación de obras propias cargadas de significado personal. La metodología del taller se estructuró en tres módulos principales, cada uno de los cuales articuló de manera orgánica la observación, la reflexión teórica y la práctica artística. Este enfoque permitió a los talleristas comprender y dialogar con diversas tradiciones y culturas -desde la antigüedad clásica hasta la contemporánea, atendiendo también expresiones del arte africano- para, finalmente, desarrollar una expresión personal y única.

El primer módulo inició con una visita al Museo Nacional de la Cerámica Contemporánea Cubana, agradeciendo especialmente las colaboraciones de Surisday Reyes, directora de la institución, y la especialista Ana Ibis Rivero, quien guió un recorrido por la colección. Este encuentro permitió transitar desde las vanguardias artísticas hasta la producción de creadores contemporáneos cubanos, enriqueciendo la comprensión de los participantes sobre las diversas técnicas, materiales, tipologías y conceptos que expanden la noción coloquial de lo cerámico. La inspiración de esta visita se materializó en una primera sesión práctica, donde cada tallerista elaboró un vaso o vasija, introduciéndose en la experimentación y manipulación del barro a través de técnicas de modelado manual. Posteriormente, se profundizó con una segunda visita a la sala permanente de Cerámica Griega del Edificio de Arte Universal del Museo Nacional de Bellas Artes, guiada por Ariadna Zequeira Barrera, curadora de la colección, quien detalló las diferentes tipologías y funciones, así como la mitología aplicada en las representaciones, la policromía y su significado. Este encuentro con los clásicos dio lugar al ejercicio práctico central del módulo: la recreación libre de una pieza escultórica inspirada en las formas, narrativas y estéticas observadas en la colección griega, estableciendo un diálogo directo entre la antigüedad y la creación personal.

El segundo módulo se centró en el estudio del relieve. Comenzó con una visita a los espacios de la misma sede de Arte Universal, que albergan relieves escultóricos arquitectónicos. Los participantes aprendieron a identificar y distinguir las características de los diferentes tipos de relieve (alto, bajo y hueco), analizando su función narrativa y decorativa. Este conocimiento teórico se tradujo en varias sesiones prácticas en las que, tras seleccionar el tipo de relieve de su preferencia, cada participante diseñó y modeló en barro una pieza original con la temática de su elección, aplicando los principios compositivos y técnicos estudiados.

El tercer módulo inició con una visita al Museo Casa de África, bajo la guía del especialista Miguel Abreu Crespo, quien ilustró las historias y la cultura de la región subsahariana del continente. Posteriormente, María Karla Casado Duran, especialista del Departamento de Educacionales del Museo Nacional de Bellas Artes, impartió una conferencia especializada sobre las máscaras africanas, detallando sus tipos, características, funciones y su crucial relevancia para el desarrollo del arte moderno occidental.

Este sólido marco teórico y conceptual condujo al ejercicio práctico final: la creación de una obra original. Inspirados por la filosofía africana donde la máscara no oculta una identidad, sino que revela y personifica un espíritu, un ancestro o una dimensión interior, los talleristas emprendieron un profundo ejercicio de introspección. El desafío fue utilizar el barro para materializar, en una creación propia, ese mundo que no vemos, dando forma tangible a su propio universo espiritual, emocional o ancestral, en un poderoso acto de expresión individual y conexión cultural.

La exposición Desde la Tierra exhibe el resultado de este enriquecedor proceso de nueve meses. Las piezas presentadas -reinterpretaciones de vasijas clásicas, relieves escultóricos y máscaras- son el testimonio material de un viaje de aprendizaje que unió la observación, la historia del arte, la antropología y la práctica de taller. Esta muestra no solo celebra la culminación del proyecto, sino que también refleja el compromiso del Museo Nacional de Bellas Artes con la educación intergeneracional, la accesibilidad al patrimonio cultural universal y la reivindicación de la cerámica como un lenguaje artístico fundamental para la expresión de la identidad y la memoria.

Alexandra Álvarez Carvajal